Las importaciones arruinan la campaña de la cebolla valenciana y amenazan los precios de la patata

Los productores de cebolla se plantean rotovatar sus plantaciones porque de este modo las pérdidas serán menores que si intentasen comercializar sus cosechas

Valencia, 5 de mayo de 2017. Los agricultores valencianos dedicados al cultivo de la cebolla en comarcas como L´Horta o Camp de Túria afrontan estos días una dura crisis de precios que está convirtiendo la actual campaña en una verdadera ruina para sus economías. La situación ha llegado a tal extremo que muchos productores de esta hortaliza se están planteando la posibilidad de rotovatar sus explotaciones, es decir, de destruir la cosecha, porque mediante este método tan drástico las pérdidas serían menores que si tratasen de comercializar sus producciones, puesto que al menos se ahorrarían así los gastos de recogida o transporte. Y es que, los precios que se están pagando en el mercado no cubren en modo alguno los costes de producción.

Así, y de acuerdo con los testimonios recabados por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), actualmente se están ofreciendo por el kilo de cebolla cotizaciones que se sitúan en torno a 12 céntimos de euro, cuando el coste para que un cultivador pueda producir ese mismo kilo es de 22 céntimos, lo cual hace inviable que los productores puedan obtener la más mínima rentabilidad por su trabajo.

La causa fundamental que explica este desastre hay que buscarla en el incremento de las importaciones de cebollas procedentes de otros países, fundamentalmente Egipto, Israel y Chipre, pero también de lugares más alejados como Chile o Perú. La abundante oferta es el pretexto idóneo que utilizan las grandes distribuidoras para empujar los precios a la baja, de tal manera que si hace un par de semanas, y coincidiendo con el arranque de la campaña de la cebolla valenciana, la cotización en el campo oscilaba alrededor de los 20 céntimos, en las últimas fechas se ha hundido hasta las 12 céntimos y en algunas zonas incluso hasta los 8 céntimos.

Aún sin llegar a una coyuntura tan calamitosa, tampoco las perspectivas son nada favorables para el cultivo de la patata valenciana. También las importaciones, en este caso sobre todo de patata francesa, están incidiendo de manera muy negativa en la evolución de las cotizaciones en el campo. Ahora, que la temporada de la patata se encuentra en sus inicios, los precios se sitúan justo al límite de umbral de la rentabilidad –entre los 0,35 y 0,40 céntimos de euro por kilo- pero los agricultores valencianos auguran que en el plazo de dos semanas, y conforme vayan entrando en los mercados las producciones de otras zonas españolas de cultivo, las presiones bajistas se volverán insostenibles y temen que el desastre de la campaña de la cebolla valenciana se traslade también a la patata.

El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, señala que “esta situación es lamentable y está motivada por la falta de transparencia en los mercados y la connivencia con los abusos de la gran distribución; por la ausencia de medidas eficaces como el establecimiento de un seguro de rentas y, en definitiva, por la reiterada incompetencia de unos políticos que no son capaces de ofrecer las respuestas que necesita el sector, tal como acabamos de comprobar en la chapucera rebaja fiscal que ha aprobado el Gobierno. Para los productores valencianos de cebolla y patata hacen falta medidas fiscales y crediticias si es que no queremos que se sigan abandonando tierras de cultivo en nuestra Comunitat”.

 

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