Los voluntarios en el estudio sobre el efecto del aceite de coco en el Alzheimer muestran una mejora cognitiva en el 86% de los casos

Los residentes de los centros de mayores Solimar que participaron como voluntarios en la investigación sobre el efecto que produce la administración de aceite de coco en enfermos de Alzheimer han mostrado una mejoría cognitiva en el 86,36% de los casos.

Los pacientes que tomaron el aceite de coco aumentaron el resultado del Mini-examen Cognoscitivo (MEC) en 4,519 puntos de media en el test, frente a los del grupo control que solo aumentaron un 0,139 puntos de media.

Ivan HuEl objetivo de este estudio era medir el impacto en la mejora fisiológica y cognitiva de pacientes de Alzheimer tras administración de triglicéridos de cadena media, a través del aceite de coco. Se basan en una de las posibles causas de aparición de la enfermedad, como es la falta de sensibilidad frente a la insulina (diabetes tipo 2 cerebral), que tendría como consecuencia la no utilización de la glucosa por parte de las neuronas, y consiguientemente la muerte neuronal progresiva.

Para llevar a cabo esta investigación, se administraron durante 21 días, 40 ml diarios de aceite de coco, repartidos entre desayuno (20 ml) y comida (20 ml), utilizando para ello un tamaño muestral de 44 pacientes (repartidos entre controles positivos y controles negativos), que se obtuvo de aplicar los criterios de selección a una población inicial de 83, para que la muestra final fuera la más homogénea y representativa de diferentes tipos de pacientes, en los que se quería analizar la posible influencia (de la diabetes, el sexo y los estadios de demencia).

Para observar los posibles cambios producidos en los pacientes, previamente, y después de la administración del aceite, se les valoró a través de un test cognitivo, concretamente el Mini-examen Cognoscitivo (MEC).

Por tanto la conclusión es que se trata de una prometedora alternativa terapéutica frente a la enfermedad, basada en una terapia no farmacológica, que no tiene ningún efecto secundario, pudiendo formar parte de una dieta saludable, fácil de incorporar a la misma diariamente.

El estudio ha sido llevado a cabo por el grupo de investigación “el estrés y la enfermedad” de la Universidad Católica de Valencia. El proyecto de investigación cuenta con la colaboración de la Fundación Navarro, a través de la donación del aceite de coco, las geroresidenciales Solimar y las Asociaciones familiares y amigos de Alzheimer de la comarca de la Ribera.

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